Las redes sociales, una cruda y aterradora realidad informática

¿Cuántas veces en el día miras tu celular? Y de esas tantas, ¿cuántas es porque lo necesitas? El resto de las ocasiones, es el dispositivo el que realmente te necesita a ti. De esto se trata “El dilema de las redes sociales” (The Social Dilemma, en inglés). En este documental dramático, Netflix logra juntar a actuales empleados de las más grandes compañías informáticas, y otros que han dejado de serlo, para exponer su opinión sobre el avasallamiento de la tecnología en nuestras vidas.

Sinopsis

Con una apertura que crea gran intriga, se realiza un paneo de quienes protagonizarán una charla de uno a uno mientras se preparan para responder a las preguntas de quien se encuentra del otro lado. A su vez, una dramatización de la mano de Skyler Grisondo, Vincent Kartheiser, Kara Hayward, Sophia Hammons, Chris Grundy, y Barbara Gehring, nos deja en claro cómo se aplica lo relatado por los expertos en la vida cotidiana. Si bien todo es llevado al extremo (como lo es, por ejemplo, la casi participación de Ben en un grupo revolucionario), los sucesos parecen cuadrar y fluir con total normalidad para llegar a tal punto.

Tristan Harris, ex empleado de Google, relata frente a la cámara qué fue lo que lo hizo dejar la empresa. Además, en su nuevo rol como presidente y co-fundador del Center for Humane Technology, apunta al ético uso de la tecnología por parte de los usuarios y proveedores. Con comparaciones que van desde el engaño de un mago y la sutilidad con que la tecnología nos hace ver lo que los dueños desean, hasta el saludable uso de una bicicleta y cómo se diferencia con el consumo de las redes sociales, Harris demuestra todo lo que ha logrado la IA (Inteligencia Artificial) en nosotros.

Por su parte, Jaron Lanier, escritor e informático, nos presenta algunos conceptos de su libro Diez razones para borrar tus cuentas en redes sociales (Ten Arguments For Deleting Your Social Media Accounts, en inglés). Sus argumentos explican cómo las redes sociales moldean a los usuarios en sus formas de pensar, actuar, y opinar, llevándonos al punto crítico de una rivalidad de valores. Además, explica que es erróneo el pensamiento popular de que la ganancia que la tecnología genera se encuentra en la venta de bases de datos.

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Sumado a otros personajes reales que detallan cómo ellos mismos se han vuelto presa del producto de su trabajo, el documental agrega una dramatización en la que Vincent Kartheiser personifica a la IA. En su personaje, Kartheiser decide cuándo, por qué y para qué Ben (Skyler Grisondo) tomará su móvil. Así, mediante publicidades y sugerencias en el feed de sus redes sociales, la vida del muchacho va cambiando de manera gradual, pero constante.

Conclusión

¿Qué nos deja este documental? De seguro, un aumento en la sensación de ser “monitoreados” por las grandes empresas. Bajo la frase de Edward Tufte, autor y profesor emérito de Yale, “Solo hay dos industrias que llaman a sus clientes ‘usuarios’: drogas ilegales y software”, podemos dar magnitud al peligro que conlleva ser, valga la redundancia, usuario de las redes sociales.

Por otro lado, la gran mayoría de los profesionales que participan de la filmación dan una luz de esperanza. Un cambio lento hacia una tecnología regulada, transparente, y que promueva el buen uso de la información que día a día consumimos. Una visión apreciable de parte de quienes más saben del tema, en un documental perfectamente explicado, y presente en una aplicación muy similar a las que critica.