Entretenimiento

¿Entre quiénes se reparten el dinero que pagas por una boleta para un concierto?

Muchas personas pagan una entrada para ver a su artista favorito, pero en ella pagan por una cadena de producción completa. Te contamos qué es lo que pagas cuando compras la boleta para un concierto.

personas en un concierto

Foto: Pexels

LatinAmerican Post | Julián Gómez

Escucha este artículo

Read in english: Among Whom Is the Money You Pay for a Concert Ticket Divided?

El negocio de los conciertos y festivales es ante todo de riesgos. Por poner un ejemplo, el recientemente culminado Festival Estéreo Picnic solamente generó ganancias en su cuarta edición gracias a The Killers y New Order. A partir de ahí pasaron de dos a tres días y los creyentes de 1.000 a 4.000.

Desde ese momento, lo único que ha hecho el evento es intentar competir con la franquicia de los Lollapalooza en Brasil, Argentina y Chile. Aún no los iguala en afluencia, pero sí en curaduría; a veces puede llegar a superarlo, como muchos consideraron en la última edición.

Hay una serie de ítems a tener en cuenta para el momento en el que cada persona accede a una boleta. Contrario a lo que comúnmente se piensa sobre que el total de esta se va para el artista, hay algunas variables que hacen que solamente tome alguna parte del total. También cada evento tiene cláusulas de porcentajes diferentes en ganancias y es difícil establecer con claridad una fórmula única, considerando que artistas y promotoras son recelosas con revelar estos detalles.

¿Cómo se reparte el pago de una boleta a un concierto?

Lo primero a tener en cuenta es la tasa de impuestos que recae en una entrada. Esta puede variar según el país. El rango mínimo es del 5 %. A eso se le debe sumar lo que cobra la tiquetera por el servicio de distribución y venta que vendría siendo un 10%. En muchos casos como Live Nation y Ticketmaster, la tiquetera y la promotora tienen el mismo dueño o son socios. Por último, hay un 1% que va generalmente para los compositores por temas de derechos de autor.

El porcentaje restante del valor total de la boleta, que como máximo sería el 84 %, mayoritariamente se reparte entre el acto y la promotora. La relación del balance suele ser de 85 % – 15 % de lo que queda neto del valor de la boleta, siendo la mayoría para el acto. De ahí, el artista debe repartir en porcentajes para producción, su equipo (ya sea de músicos, bailarines o staff) y el manager, que muchas veces se queda entre un 10 o 15 % de lo que queda para el show. Después de la repartición, el artista podría ver su ganancia neta.

Por otra parte, de ese 15 % que generalmente le queda al promotor se debe proveer el recinto, publicidad y logística para el evento. Después de depurar las anteriores obligaciones, el promotor podrá ver ganancias de un concierto o festival. A veces el promotor se toma la libertad de elevar el precio de las boletas para obtener más ganancias.

Lee también: Abril 2023: los 7 estrenos más esperados en las plataformas de streaming

Diversidad de acuerdos

Aunque la manera convencional de repartir ganancias es como se expuso en el apartado anterior, hay muchas otras maneras de hacerlo. Otra de las formas es que el artista proponga una suma básica para presentarse y en caso de que se supere un tope de ganancias, podría recibir un porcentaje más dependiendo del éxito. Sin embargo, en caso de que el concierto no tenga éxito, el artista únicamente cobra por lo acordado, así el promotor sufra pérdidas.

En otras ocasiones, artista y promotora asumen juntos las ganancias y pérdidas por igual, pero todo va a depender del tipo de acuerdo al que lleguen. En términos generales, el riesgo recae mayoritariamente en las promotoras.

A veces entre ellas subastan para traer a algún artista, como lo fue el caso de Paul McCartney a Medellín. En aquella vez, los empresarios subieron el precio base que pedía como condición el artista, hasta que uno de ellos ganó el show. Sin embargo, debido a que el costo de traerlo fue más alto de lo común, se obligó a que el promotor inflara el precio de la boletería y la gente no respondió como se esperaba. Fue tal el desbalance que ni artista ni promotora podían obtener ganancias y el espectáculo se cayó.

No todo siempre es satisfactorio para las promotoras que se esfuerzan por tener actos de calidad en América Latina. Una de las variables que ahora mismo está afectando a la industria es la escalada del dólar, pues el incremento en la boletería se ha notado en este 2023 con los artistas europeos y norteamericanos en especial.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Botón volver arriba