¿Cómo puedo empezar a hacer compost?

El compost es un proceso de transformación donde se utiliza la materia proveniente de las plantas o los animales como abono esencial para las huertas. Así mismo, hoy se ha vuelto muy popular el hábito de cultivar en casa y por esa razón, el crecimiento de vegetales ya sea en un campo, invernadero o maceta, requiere de un tratamiento adecuado. De modo que una de las opciones más sostenibles y orgánicas que pueden facilitar su correcto desarrollo es lo que conocemos como compostar.

Plantar requiere de cuidados fundamentales. No sólo se trata de los tiempos de riegos o la exposición a la luz, también se necesita mejorar el suelo donde se cultiva y proveerle a las plantas los nutrientes esenciales para su optima conservación.

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Se sabe que el medio donde surge cualquier ser vegetal es la tierra. Por eso hay que prestar atención a la calidad del abono y su preparación, pues de esto dependerá la sanidad de lo que se esté cultivando. El primer paso es lograr eso, un lugar rico y fértil, donde las semillas puedan alcanzar su mejor equilibrio en todas sus etapas de desarrollo. Por lo tanto, a través del compost se puede entender la forma perfecta de hacerlo.

¿Cuáles son los ingredientes necesarios para hacer compost?

Hay que tener claro cómo se clasifican los ingredientes para la elaboración del compost y posteriormente la siembra. Se catalogan de la siguiente manera:

• Gruesos y finos: Pueden ser ramas, hojas secas, papel o cartón.
• Finos y húmedos: Residuos de alimentos restantes al cocinar o hierba recién cortada.
• Guano: Excremento de aves de corral, rumiantes o lombrices.

Estos elementos son muy importantes porque son el abono mineral más orgánico que existe y a su vez, permitirá el fortalecimiento nutritivo de la tierra y el de los cultivos que se vayan a planificar.

¿Cómo se hace el compost?

Se hace en capas. Se empieza primero colocando la materia gruesa para que deje circular el aire de manera apropiada. Después vienen los ingredientes de características finas y húmedas que se colocarán de forma alternada en la misma capa. Finalmente, se distribuye el resto de abono orgánico, creando una especie de colchón.

Se debe tener en cuenta que se necesita observar y tener mucho cuidado con la humedad para que se dé de una forma controlada y que permita una excelente oxigenación. Luego que estos componentes estén ubicados organizadamente se sigue el riguroso procedimiento de transformación que requerirá tiempo y, sobre todo, mucha paciencia para obtener el resultado deseado.

Por último, cuando el compost consiga su mejor estado de conservación se puede utilizar para cualquier tipo de cultivo. Sin embargo, es necesario controlarlo e irlo cambiando y airearlo al menos una vez por mes, ya que del cambio climático y otros factores ambientales dependerá su utilidad.

Compostar trae múltiples beneficios. Uno de ellos que es de cero costos pues cualquier persona lo puede realizar reciclando lo que anteriormente utilice. Se consigue abono 100% orgánico y representa un alivio para el medio ambiente, además que se produce tierra más fértil para las plantas.