Un candidato independiente que no cumplió con los requisitos para ser aspirante presidencial se coló en la boleta Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)

En la agenda electoral del Estado Mexicano ha pasado un hecho sin precedentes: un candidato independiente que no cumplió con los requisitos para ser aspirante presidencial se coló en la boleta con visto bueno del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de este país.

Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como el “Bronco”, participó en la precandidatura intentando cumplir con los requisitos, dentro de los cuales se encuentran tener al menos el 1% del apoyo ciudadano, distribuido en 17 de los 32 estados de la república. Sin embargo, el Instituto Nacional Electoral (INE) le impidió participar como aspirante a la presidencia debido a la falsificación de firmas y documentos falsos en el proceso de precampaña.

Pero ¿quién es realmente el Bronco? Y ¿por qué es tan importante este suceso en el proceso electoral?

El Bronco es un político nacido en el municipio de Galeana, Nuevo León, se desempeñó como gobernador de ese estado, presidente municipal de García y diputado federal de la nación. Su carrera política se la debe al Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero al no poder contender con el mismo en las elecciones a gobernador, se lanzó como candidato independiente al gobierno de Nuevo León.

En su mandato como gobernador, de uno de los estados más importantes de México, se presenciaron escándalos y motines en penales (cárceles) de Nuevo León, la tasa de homicidios aumentó considerablemente y la percepción de corrupción política nunca disminuyó. El 22 de diciembre del 2017 solicitó su licencia para retirarse de la gubernatura con el fin de contender en la elección presidencial a través de la vía independiente.

Tal como en su anterior campaña, se le caracteriza por ser un personaje popular y polémico en el norte del país. Empero, dicha popularidad nunca se logró extender al resto de la república, por lo que no juntó la diversificación estatal en las firmas de apoyo a su candidatura independiente. A inicios del año el INE detectó diversas irregularidades en su proceso, detectando falsificaciones, firmas duplicadas y presencia de ciudadanos que no existían en el padrón electoral.

Dicha situación generó que se le impidiera participar como candidato a la presidencia de la república, pero con base a procedimientos electorales, el Bronco impugnó la decisión del INE y presentó tres recursos de inconformidad Ante el TEPJF. Este mismo tribunal discutió la situación del Bronco y el pasado 8 de abril resolvió devolverlo a la boleta electoral, argumentando que no se le había dado el derecho de audiencia debido y, a pesar de haber hecho trampa, podría contender a la presidencia de la república.

Este personaje no tiene ninguna probabilidad de ganar las elecciones en México, debido a que las encuestas lo posicionan como el último lugar con menos de un 2% de las preferencias electorales. Sin embargo su presencia es relevante en el proceso, no solamente por la sospechosa actitud del tribunal al regresarlo a la competencia, sino que demuestra que el poder judicial en México es susceptible a permitir trampas en procedimientos democráticos que puedan derivar en futuros fraudes y conflictos de interés.

Tanto los voceros como representantes de los candidatos a la presidencia (a excepción del PRI) han expresado su inconformidad con la decisión, argumentando que es una táctica del gobierno en turno para dividir el voto y dar el triunfo al candidato oficialista, o bien permitir la posible anulación de las elecciones si no existe un ganador contundente con base a los porcentajes.

Latin American Post | Jorge Vuelvas 

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