¿Mujeres trans en deportes femeninos?

En los últimos años, se ha creado un debate alrededor de la participación de ciertas minorías en el deporte: las personas trans. El debate se animó esta semana debido a la desición de Fina (el ente regulatorio más importante de la natación a nivel mundial) de prohibir la participación de mujeres trans en las competencias de élite femeninas si pasaron por cualquier tipo de pubertad masculina. La decisión se tomó después de que un panel de cientificos de Fina descubrió que las mujeres trans tienen una ventaja sobre las mujeres cis, incluso después de reducir sus niveles de testosterona. 

Este es un debate complicado que toca temas de inclusión LGTB+ y la misma naturaleza de la competencia “justa”, por lo que en LatinAmerican Post te queremos traer algunos argumentos a favor y en contra en el debate sobre la participación (o no) de los atletas trans en las competencias femeninas. 

Argumentos a favor

La prohibición podría resultar en más transfobia

Una de las argumentos a favor de la participación de las mujeres trans en las competencias deportivas es que este tipo de prohibiciones podrían resultar en la exclusión de estas personas de otros espacios. Este lado argumenta que la búsqueda de esta prohibición se debe a un pánico moral causado por los resultados de una atleta trans en particular, Lia Thomas, una nadadora que ha tenido resultados positivos en el curso de este año. 

Es difícil no ver este lado de la situación, considerando que, por lo menos en Estados Unidos, 20 estados han pasado propuestas de ley este año que prohibirían la participación de mujeres trans en deportes a nivel escolar. Lo peor es que en ninguno de estos casos los estados fueron capaces de citar una instancia de una atleta trans que haya sido un problema compitiendo en este nivel.

No hay suficiente evidencia científica

Todavía no existe un consenso científico que determine por completo si las mujeres trans tienen una ventaja biologíca sobre las mujeres cis a la hora de competir. Aunque muchos científicos argumentan que la testosterona juega un papel clave en el desrarollo de la musculatura, la capacidad pulmonar y el ritmo cardíaco, otros dicen que no es tan claro qué tanto impacto tiene esto sobre el desempeño de las atletas. Por ejemplo, la World Athletics, el cuerpo que regula el atletismo a nivel mundial, tuvo que aclarar el año pasado que “no pudo encontrar una relación causal entre los niveles altos de testosterona y el rendimiento deportivo mejorado entre las atletas de élite.”

Parte del problema es que la población transgenero es diminuta (menos del 1% en los Estados Unidos) y dentro de esa población es aún más difícil encontrar atletas profesionales. Esto dificulta cualquier estudio que compruebe una ventaja definitiva de los atletas trans sobre las atletas femeninas. 

Argumentos en contra

Disminuye la visibilidad de las mujeres cis

Un argumento en contra de la participación de las mujeres trans en los deportes femeninos es que disminuye la visibilidad de las deportistas femeninas cis. Según esta línea de pensamiento, cada vez que una mujer trans participa en estos deportes, le está quitando una oportunidad de competir a una mujer cis, que de por sí ya luchan por ser atletas profesionales. Los medios y la discusión alrededor del deporte pasan de estar basados en los logros de las mujeres cis al sensacionalismo y la novedad que genera tener una atleta trans en esa disciplina. 

Ventajas biológicas injustas

Quizá el argumento más repetido por parte de las personas que no aprueban de las mujeres trans en el deporte es que tienen una ventaja biologica inherente sobre las mujeres cis. Esto resulta en una competencia injusta, donde las atletas trans inevitablemente terminaran prevaleciendo sobre las mujeres cis. La testosterona es citada como el factor clave en esta ventaja, ya que como se mencionó anteriormente, provee mayor musculatura y capacidad pulmonar, dos factores claves para los atletas.