NEGOCIOS Y FINANZAS

Los vendedores y compradores del mercado de Haití navegan entre la basura y el caos

A pesar de las difíciles condiciones, el mercado de Petionville en Puerto Príncipe sigue repleto de actividad. Vendedores y compradores maniobran entre barro, basura y moscas, lo que pone de relieve la urgente necesidad de la capital de Haití de mejorar el saneamiento y la seguridad.

El mercado de Petionville, un hito histórico y cultural en Puerto Príncipe, Haití, es un hervidero de actividad en un domingo típico. Sin embargo, bajo la superficie de este bullicioso comercio se esconde una dura realidad. El mercado, que ha sido un símbolo de resiliencia y actividad económica durante siglos, ahora está abrumado por barro, basura y enjambres de moscas, creando un ambiente que afecta tanto a vendedores como a compradores. En medio de estas difíciles condiciones, el mercado sigue siendo un centro crucial para muchos haitianos que luchan por ganarse la vida.

Gallinne, una trabajadora vendedora de arroz, está sentada rodeada de su mercancía y enjambres de moscas. Su voz se llena de frustración mientras comparte su situación: “Los clientes huyen porque la basura está muy cerca”, lamenta a Efe, señalando las frutas y tomates podridos detrás de su puesto. Estas condiciones insalubres tienen un impacto directo en sus ventas. Anteriormente vendía diversos productos, incluidos frijoles, harina de trigo y azúcar, pero la suciedad ahora limita la cantidad de mercancías que puede llevar al mercado.

Para mantener cierto nivel de limpieza, vendedores como Naomi ocasionalmente juntan su dinero para pagarle a alguien para que retire la basura. Sin embargo, cuando los fondos son insuficientes, se ven obligados a vender sus productos entre la basura. Naomi, vendedora desde hace diez años, comparte este sentimiento. Ella señala que los clientes evitan su puesto debido a la basura circundante y el agua estancada, que atraen a los mosquitos. A pesar de estos desafíos, ella mantiene la esperanza y la determinación de continuar con su negocio.

Preocupaciones de salud y contexto histórico

La historia de crisis sanitarias de Haití exacerba la situación actual. Tras el devastador terremoto de 2010, un brote de cólera se cobró más de 10.000 vidas. La presencia de agua estancada y basura en el mercado de Petionville aumenta los temores de un resurgimiento de enfermedades, y vendedores y compradores son muy conscientes de los riesgos.

El recién creado Consejo Presidencial de Transición en Haití ha anunciado una importante campaña de limpieza para el área metropolitana de Puerto Príncipe, con el objetivo de abordar estos graves problemas de saneamiento. Esta iniciativa responde a las crecientes preocupaciones de salud pública y busca restablecer cierta higiene en los mercados.

La inseguridad se suma a los problemas

Además de los problemas de saneamiento, la inseguridad plantea un desafío importante. Naomi explica que el miedo a la violencia y a los tiroteos impide que muchas personas se aventuren en el mercado. Esta inseguridad la obliga a ajustar su horario laboral, llegando más tarde y saliendo más temprano para evitar posibles peligros. “Antes venía temprano porque las rebajas de la mañana son mejores antes del calor del mediodía. Ahora tengo que llegar más tarde y salir temprano”, explica a Efe.

Galinne enfrenta problemas similares y señala que sus ventas se han desplomado. Las dificultades económicas, el alto desempleo y el aumento de los precios se suman a la lucha. “Un cliente viene con 500 gourdes (unos 3,5 dólares), que sólo alcanzan para comprar medio kilo de arroz y frijoles”, dice, destacando la tensión financiera que soportan vendedores y compradores.

Inestabilidad política y esfuerzos por el cambio

El panorama político de Haití ha sido turbulento. La renuncia del Primer Ministro Ariel Henry y el establecimiento de un Consejo de Transición Presidencial marcan cambios significativos destinados a estabilizar el país. Este consejo supervisa la transición, organiza elecciones presidenciales y aborda las graves condiciones económicas y de seguridad del país.

La reciente violencia, que se cobró 8.000 víctimas el año pasado, se ha intensificado desde febrero. En respuesta, se están movilizando esfuerzos internacionales para apoyar a Haití. Se espera que pronto se despliegue la misión de seguridad multinacional encabezada por Kenia, respaldada por las Naciones Unidas. Esta misión tiene como objetivo frenar la violencia desenfrenada y restablecer el orden.

Desafíos económicos y luchas históricas

Las batallas económicas de Haití están profundamente arraigadas en su pasado. La independencia de Haití en 1804, que alguna vez fue la colonia francesa más próspera, desató una lucha prolongada contra la inestabilidad política y la adversidad financiera. El terremoto de 2010 asestó un golpe devastador, que provocó importantes pérdidas de vidas y devastación de infraestructuras.

La economía informal, incluidos mercados como Petionville, es fundamental para mantener los medios de vida. Sin embargo, la infraestructura y los servicios inadecuados, junto con los altos costos de vida, exacerban los desafíos diarios que enfrentan los haitianos. La presencia de ayuda internacional, si bien es esencial, también resalta la necesidad de soluciones sostenibles impulsadas localmente.

Un rayo de esperanza en medio de la adversidad

Vendedores como Galinne y Naomi luchan por un futuro mejor a pesar de las sombrías condiciones. La campaña de limpieza del gobierno y el apoyo de seguridad internacional previsto ofrecen un rayo de esperanza. Estos esfuerzos apuntan a mejorar las condiciones de vida y las perspectivas económicas de quienes dependen del mercado para su sustento.

Mientras Haití enfrenta estos desafíos multifacéticos, el espíritu indomable de su pueblo sigue siendo una fuerza potente. Con esfuerzos y apoyo sostenidos, el potencial para un cambio transformador está a nuestro alcance, allanando el camino hacia un futuro más seguro y próspero para la nación.

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Los vendedores y compradores del mercado de Petionville, ante la adversidad, encarnan la resiliencia y la determinación del pueblo haitiano. Persisten, sin dejarse intimidar por las condiciones insalubres, las dificultades económicas y la inseguridad. Los esfuerzos en curso para limpiar el mercado y mejorar la seguridad, reforzados por el apoyo internacional, encienden un rayo de esperanza para un futuro mejor. A medida que Haití avanza hacia la estabilidad y el desarrollo, el compromiso inquebrantable de su pueblo con sus medios de vida y sus comunidades es un testimonio de su fortaleza.

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