Limitar el consumo de proteína animal y aumentar la hidratación son aspectos fundamentales para limpiar el organismo

Fin de año es sinónimo de celebración, reuniones, encuentros, alegría, abundancia y, por supuesto, comida en exceso. Aunque parezca uno de los propósitos más difíciles de cumplir al inicio de año, desintoxicar el cuerpo de los demasías alimenticias requiere menos esfuerzo y sacrificios de lo que creemos.

De acuerdo con expertos en nutrición integral, la clave para limpiar el organismo del exceso de azúcar, alcohol, harina y grasa consumidos durante diciembre está en la preparación que reciba el cuerpo justo después de terminar la temporada de fiestas o cuando se decida iniciar con el cambio alimenticio. Para ello, los especialistas en salud proponen seguir unas pautas que permiten de manera rápida recuperar el peso, la forma o estado físico perdido durante las festividades.

1. Elimina los residuos de comida

Una vez se haya decidido el día en que se quieren retomar los hábitos alimenticios alterados, las tentaciones deben estar fuera de alcance. Del mismo modo en que se debe preparar el cuerpo para iniciar una desintoxicación, también se debe disponer la cocina. Por tanto, es importante que todos los residuos de comida que hayan quedado en el hogar sean eliminados, ya sea otorgándoselos a familiares y vecinos, o entregándolos a quienes puedan aprovecharlos. De esta manera, se eliminarán las tentaciones y se empezarán a consumir nuevamente aquellos alimentos realmente provechosos para el organismo.

2. Cuatro días sin proteína animal

La proteína animal es una de las sustancias que más residuos deja en el cuerpo. Algunos nutricionistas sugieren iniciar el proceso de desintoxicación suspendiendo el consumo de proteína animal por completo durante cuatro días. Especialmente, el consumo de carne debería ser evitado por personas con sobrepeso o tendencia a acumular grasa. Al no ingerir proteína animal durante cuatro días, el cuerpo empieza a liberarse de toxinas acumuladas en el hígado y el colon y se prepara para recibir los nutrientes de los demás alimentos que se consuman.

Si la persona desea suspender por completo el consumo de proteína animal durante los cuatro días, esta debe ser reemplazada por proteína vegetal que puede encontrarse en granos como fríjoles, lentejas o quinua. Si por el contrario, no se quiere eliminar completamente el consumo de carne, se recomienda entonces consumir carnes blancas como pescado, salmón o pollo.

3. Hidratación

El alcohol y el azúcar son dos ingredientes que contribuyen con la deshidratación acelerada del cuerpo. Durante la época decembrina, el consumo de éstos aumenta casi en un 70%. Por esta razón, los nutricionistas recomiendan beber entre dos y tres litros de agua diarios, que no pueden ser sustituidos por ninguna otra bebida como café o té. Para hacer el consumo de agua más ameno y agregar mayores beneficios a la misma, se puede agregar zumo de limón o cáscara de piña, elementos que ayudan a acelerar la quema de grasa.

4.  Actividad física

Incrementar la actividad física es quizá uno de los propósitos más comunes al iniciar el año, pero el que más dificultad presenta. La culpa de esto no recae en la falta de tiempo o ausencia de disciplina, sino en la manera errónea de elegir la actividad física a practicar. En este punto los expertos sugieren adquirir una rutina no disruptiva, lo que significa que debe estar alineada con el estilo de vida de cada individuo. En el caso de padres de familia que trabajan durante todo el día, se recomienda realizar con sus hijos durante 30 minutos alguna actividad física, preferiblemente juegos al aire libre que requieran movimiento.

Si se trata de personas sin niños en casa, podría ser factible la vinculación a grupos de natación, yoga, tenis, fútbol, o cualquier actividad que produzca placer personal y no sea vista como un esfuerzo innecesario. De esta manera, uno de los propósitos del nuevo año no sería “hacer ejercicio”, sino encontrar el deporte o actividad que disfruta realizar.

LatinAmerican Post | Krishna Jaramillo

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