Ruido rosa, luces y electricidad: avances en tratamientos para proteger la memoria

La pérdida de la memoria y el deterioro mental es una de las mayores preocupaciones de las personas a medida que van envejeciendo. Por tal razón, se suelen buscar alimentos o actividades que ayuden a proteger el cerebro y estimulen su buen funcionamiento. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), "la demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria". Dicha organización estima que hay alrededor de 50 millones que la padecen y cada día aumenta más su número. Además, es una de las principales causas de discapacidad y dependencia en las personas de mayor edad. Suele ser causada por daños en el cerebro o enfermedades como el Alzheimer. 

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Sin embargo, con la edad también es normal que empiecen a deteriorarse funciones de la memoria, el razonamiento o la comprensión. De hecho, de acuerdo con un estudio del British Medical Journal (BMJ) las funciones cognitivas pueden empezar a tener deterioro a partir de los 45 años.  A continuación, te contamos sobre los últimos hallazgos de equipos científicos sobre tratamientos para proteger la memoria y el funcionamiento cerebral. 

El funcionamiento de las ondas cerebrales

Las neuronas establecen una comunicación mediante impulsos eléctricos. El conjunto de dichos impulsos forma lo que se conoce como las ondas cerebrales. "Los estudios han relacionado fuertemente las ondas cerebrales con la consolidación de la memoria durante el sueño y las han implicado en el procesamiento de entradas sensoriales e incluso en la coordinación de la conciencia", señala una publicación de la Revista Nature. 

Asimismo, la revista señala que "más de dos docenas de ensayos clínicos tienen como objetivo modular las ondas cerebrales de alguna manera, algunas con luces parpadeantes o sonidos rítmicos, pero la mayoría a través de la aplicación directa de corrientes eléctricas al cerebro o al cuero cabelludo. Su objetivo es tratar todo, desde el insomnio hasta la esquizofrenia y el trastorno disfórico premenstrual". 

Luces intermitentes y ruido rosa podrían desterrar al Alzheimer y proteger a la memoria

Li-Huei Tsai, neurocientífica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, ha realizado una serie de experimentos en ratones con Alzheimer que fueron curados a través de la estimulación con luces. Pese a que las luces intermitentes no han sido probadas en humanos, su estudio arroja evidencia de que la estimulación con luces intermitentes también podría funcionar en humanos. De tal forma, se manipularían las ondas cerebrales. 

Por otra parte, existe un proyecto conocido como Memowave, que ha trabajado con el ruido rosa para estimular el cerebro y tratar el deterioro cognitivo. En un artículo publicado por la Revista de la Asociación del Alzheimer se explica como este proyecto pone ruido rosa a los pacientes durante las olas de sueño para la "consolidación de la memoria, la atención, las funciones ejecutivas, el insight, la creatividad y el estado de ánimo en pacientes con deterioro cognitivo leve". Se trata de un método terapéutico no invasivo y fácil de aplicar.

Estimulación eléctrica para mejorar la memoria

Un estudio publicado este año en la Revista Nature Neuroscience, muestra evidencia de que aplicar corrientes eléctricas débiles en el cerebro tiene impacto en la mejora de la memoria. El experimento, liderado por Robert Reinhart, neurocientífico cognitivo de la Universidad de Boston, probó esta terapia en personas mayores de 65 años. Los hallazgos arrojaron que repercutía positivamente en su cerebro, lo cual probaron con ejercicios que esitmulaban la memoria a largo plazo. 

Pese a que este estudio es alentador, aún falta realizar más pruebas para ver cuál puede ser su impacto en diferentes enfermedades cognitivas. “Esperamos poder ampliar este trabajo de manera significativa y contribuir con más información sobre cómo funciona el cerebro”, informó el equipo. 

Recomendaciones para cuidar la memoria 

Existen una serie de hábitos, que idealmente deben ser realizados desde jóvenes, para cuidar el funcionamiento cerebral y la memoria. En primer lugar, hábitos saludables como evitar fumar, consumir alcohol en exceso o evitar la comida azucarada es necesario. Asimismo, es conveniente incluir en la dieta pescados azules, grasa saludables, nueces y hojas verdes. 

Por otra parte, "El ejercicio regular estimula el crecimiento de las células cerebrales y la producción de neurotransmisores, mejorando la memoria. Lo mejor es una combinación de ejercicios aeróbicos (cardio) y de fuerza", de acuerdo con información de la Revista Médica de Harvard. Asimismo, es conveniente estimular el cerebro con lecturas, aprendizajes, viajes, juegos y, en general, aquellas actividades que impliquen esfuerzo mental.