DEPORTES

El fútbol y un problema de nunca acabar: las “barras bravas”

Mientras las autoridades del fútbol y los gobiernos llevan años debatiendo qué acciones tomar para frenarlas, esta realidad sigue causando apuros en Latinoamérica

El fútbol y un problema de nunca acabar: las "barras bravas"

Hace mucho que el fútbol dejó de ser un deporte familiar en algunos lugares de Latinoamérica, donde las llamadas “barras bravas” han terminado con el espíritu deportivo para convertirlo en violencia. Para muestra, el 25 de julio pasado un enfrentamiento entre las barras de Colo Colo y la U de Chile dejó tres heridos, la razón, la rivalidad entre hinchas, según información de La Tercera. El problema no es local, sino internacional. Estos grupos existen en casi todo el mundo, con el común denominador de ser violentos y organizados, con la capacidad de evadir la justicia y causar temor entre los hinchas.

Read in english: Football and a never ending problem: the Latin American Hooligans

El origen de las barras bravas es antiguo, el sitio Infobae hace un análisis sobre ello, remontándolo al Campeonato Sudamericano de 1916. Allí, narra diversos episodios oscuros que incluyen la muerte de aficionados, enfrentamientos y amenazas a equipos. El sitio asegura, según testimonios de jugadores de la época, que en 1930 la selección argentina fue amenazada de muerte. También hace mención de la mezcla entre la delincuencia organizada, la política y estos grupos de "aficionados".

 

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Las conexiones entre barras bravas y la delicuencia organizada

Ser dirigente en una barra brava es equiparable a ser un capo de la mafia, pues es un gran negocio. Reciben boletos para su barra, que revenden para su beneficio. También, sorprendentemente, reciben recursos por los traspasos de los jugadores en Chile y en otros países de la región, así lo asegura La Tercera. Además de imponer su ley en los estadios, con el poder económico que adquieren pueden sobornar a políticos, policías y ampliar sus "negocios" hacia el narcotráfico.

En Buenos Aires, donde se concentran varios equipos de primera división hay una enorme rivalidad entre estos grupos y sus oscuros negocios, que desde luego va mucho más allá del estadio. La capital argentina ha vivido enfrentamientos armados entre estas barras, dejando muertos y heridos a su paso, sin que las autoridades tengan la capacidad de detenerlas, según lo informa Infobae.

Los ejemplos son numerosos en la historia, tan sólo en el 2018 han llamado la atención varios casos. En mayo pasado una joven fue violada en Santiago por barras de la U de Chile, aprovechando el anonimato que les da camuflarse con las camisetas de los clubes, según información de El Universal de Colombia. En julio, el jefe de la barra del Atlético Nacional en Colombia fue condenado a 41 años por homicidio, según informó Caracol TV. En el mismo mes, El Clarín de Argentina informó sobre la detención de una banda de ladrones que incluía a policías, presos y una barra brava del club Gimnasia, lo que muestra la delgada línea entre estos grupos y la delincuencia.
 

Medidas contra las “barras bravas”

La FIFA ha tomado cartas en el asunto no sólo por las barras locales, sino por los grupos que existen en todo el mundo. El organismo y las federaciones aplican multas a los clubes y golpea a las barras donde más les duele: castigando estadios, vetando barras y quitando puntos. Sin embargo, las medidas han sido insuficientes pues el poder de estos grupos es grande. En Perú han tomado acciones más serias, han prohibido las banderolas y los instrumentos musicales, además de restringir la entrega de boletos especiales para las barras, y de premiar a las que mejor se comporten en los estadios, según lo informa El Líbero.

Por otro lado, Colombia apuesta por la organización y la tecnología, lo que prioriza la seguridad en estadios de Bogotá, Barranquilla, Medellín y Cali mediante una mejor logística que incluya cámaras en los estadios (más efectivos de la policía), reconocimiento facial (entrega de carnets y programas de educación y convivencia) con el fin de "no estigmatizar a las barras" como lo dijo el viceministro del interior, Luis Ernesto Gómez, según lo informó El Espectador.
 

 

Incluso, la experiencia de Rusia 2018 podría ser usada en Latinoamérica, la tecnología del Fan ID y el reconocimiento facial de las cámaras utilizadas en el Mundial permitiría identificar a los hinchas violentos o vetados en los estadios para evitar que sigan asistiendo a ellos. Si bien en Rusia su principal misión era evitar el terrorismo, en este lado del mundo podría terminar con la violencia en el fútbol.

 

LatinAmerican Post | Luis Angel Hernández Liborio

Copy Edited by Laura Viviana Guevara Muñoz

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