La postura de Petro frente a Israel y la guerra en Gaza abre una crisis diplomática
Especialistas analizan la postura de Petro frente a Israel e intentan prever las posibles consecuencias de sus afirmaciones.
Foto: Gustavo Petro
Jaime Ortega Carrascal | EFE
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La guerra entre Israel y las milicias palestinas de Gaza ha causado impacto en Colombia, a miles de kilómetros de distancia, por el enfrentamiento verbal entre el presidente Gustavo Petro y el Gobierno israelí, una crisis que ha puesto a tambalear las relaciones entre los dos países.
Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, y la reacción de Israel, con bombardeos a la Franja de Gaza, Petro convirtió X (antes Twitter) en una tribuna desde la que critica a diario al Estado israelí acusándolo de "genocidio" y "barbarie", e incluso comparándolo con los nazis, y a Gaza con el campo de concentración de Auschwitz, pero sin condenar explícitamente el terrorismo del grupo palestino.
Israel respondió el domingo a "las declaraciones hostiles y antisemitas" de Petro con el anuncio de la suspensión "de las exportaciones de seguridad a Colombia", país con el que hasta ahora había tenido una excelente relación política y comercial y al que suministra material militar como aviones, helicópteros, pistolas, piezas y accesorios de armas y equipos de tecnología satelital, entre otros.
De inmediato, el presidente amenazó: "Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel las suspendemos", y este lunes su canciller fue más lejos al instar al embajador de Israel, Gali Dagan, a "mínimo pedir excusas e irse" del país, tras acusarlo de "patanería insensata".
Dos fallas en política exterior
Para la analista política Sandra Borda, profesora de la Universidad de los Andes, el manejo que Petro le está dando a la relación con Israel es "muy lamentable" y demuestra que el Gobierno tiene "dos problemas grandes": la pérdida de la institucionalidad y el desconocimiento del derecho internacional humanitario al condenar la violencia de Israel pero no el terrorismo de Hamás.
"Al presidente claramente le sobran el canciller y la Cancillería, lo que hemos visto en redes sociales son sus opiniones personales, está opinando como Gustavo Petro y no como el presidente de Colombia que tiene que adoptar posiciones en función del interés nacional y de encontrar las mejores formas de evitar que la población civil sufra en este conflicto", dijo Borda a EFE.
En cuanto al segundo problema, Borda opina que, "siendo Colombia un país que siempre ha adoptado posiciones en favor del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas y del derecho internacional humanitario, esta vez el presidente se dedicó a cuestionar el comportamiento de una de las partes en conflicto sin decir que Hamás también había cometido delitos de lesa humanidad contra la población civil. Nunca habíamos adoptado una posición de esa naturaleza".
Esa opinión es compartida por distintos sectores de la sociedad colombiana que consideran que en el manejo de las relaciones exteriores el presidente debe actuar con prudencia y ecuanimidad.
Entre ellos está el senador y exjefe negociador de paz Humberto de la Calle, quien ve "un tratamiento sesgado, deliberadamente unilateral e insostenible" de parte de Petro al condenar los ataques de Israel en Gaza y omitir "la arremetida terrorista contra Israel, incluyendo también población civil".
Otra visión tiene el analista Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de la Universidad del Rosario, quien dijo a EFE que "lo dicho por Petro es coherente con la postura histórica del progresismo en Colombia frente a la causa palestina (…) y con la urgencia del momento" porque "el Gobierno entiende que se está cometiendo un genocidio y por eso reacciona en emergencia".
Sin embargo, considera "que se debería corregir el tono, debería haber un tono más conciliador sobre todo con el mundo judío que en Colombia se siente afectado por estas declaraciones y porque temen, con justa causa, que haya manifestaciones subsecuentes de antisemitismo".
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Tormenta política
Petro, por su parte, volvió hoy a la carga y tachó de "ignorantes" a quienes lo acusan de "ser antisemita y de apoyar a Hamás", al tiempo que señaló a "la oligarquía y la prensa que me ataca" de haber estado del lado de Hitler.
La tormenta, lejos de amainar, empeora con declaraciones como la del canciller Leyva, de sugerir que el embajador de Israel se vaya del país, ante lo cual Borda afirmó que "el Gobierno debe aclarar si está expulsando formalmente al Embajador de Israel de Colombia o si esto es parte del delirio que inició el presidente".
Jaramillo Jassir considera que "es muy prematuro para saber si habrá finalmente una ruptura" de relaciones con Israel y espera que eso no suceda porque "en este momento tanto Israel como Colombia tienen mejores cosas en qué ocuparse" y "no les conviene romper relaciones".
Israel es un importante socio comercial de Colombia, al que en 2021 exportó 115 millones de dólares no solo en productos de seguridad, ahora suspendidos, sino también en equipos de transmisión, pesticidas, instrumentos médicos, textiles, polímeros y maquinarias para diferentes sectores.
Colombia, por su parte, exportó 325 millones de dólares, representados principalmente en briquetas de carbón, café y flores.
El temor de algunos especialistas, tanto del país como del exterior, es que la crisis con Israel acabe repercutiendo en Estados Unidos y perjudique también la relación de Colombia con Washington.
"El escandaloso pronunciamiento de Petro hacia Israel y su incapacidad de criticar el ataque terrorista de Hamás profundizará aún más la desconfianza entre la administración Biden y el presidente colombiano", manifestó en X Michael Shifter, expresidente del Diálogo Interamericano, quien señaló que la situación actual "hará aún más difícil ver a Colombia bajo Petro como un socio serio".