C Tangana: una búsqueda del cielo desde España a Latinoamérica

“Antes de morir quiero el cielo”, dice Antón Álvarez en la canción con la que alcanzó popularidad comercial: una colaboración con Rosalía que lo puso en el radar de muchos, sobre todo en Latinoamérica, que hasta ese día no lo habían escuchado más que de paso. En “Antes de morirme”, C Tangana imprime en la letra una especie de pacto consigo mismo. Decirlo de esa manera puede sonar un poco rimbombante, pero es un artista que quiere comerse el mundo y parece que lo está logrando.

Antón Álvarez Alfaro, que es su nombre de ciudadano común; C Tangana para la música y como lo conoce la mayoría del público; El Crema, como al principio de su carrera en el rap; o Pucho, un remoquete que viene del cariño de su familia heredado de como le decían a su abuelo y a su padre; y El Madrileño, por su ciudad de origen y que le da título a su último álbum. No importa con cuál de estos nombres lo llamen, todos proyectan una parte de quien es este artista. Es todos estos a la vez y él mismo es cada uno. Es filósofo de la Universidad Complutense de Madrid, y parece que volcó en sus letras el pensamiento reflexivo cultivado en la academia, aunque, como él mismo lo dice en una entrevista para Filo News, no pretende hacer nada elaborado, ni elitista, ni demasiado pretencioso. 

C Tangana: El Ídolo Madrileño

Pertenece a la generación de los millennials, nacido en 1990 en Madrid, amante de las películas de Paolo Sorrentino, como se lo cuenta a la compositora Rigoberta Bandini en su podcast de entrevistas RigoTalks. También es amante de la fusión de sonidos, desde el “beat” del hip hop con el rap de sus comienzos en el grupo Agorazein, hasta el flamenco de “Me maten” cantado con Antonio Carmona, pasando por hibridaciones y exploraciones en las que se seducen sonidos cubanos y urbanos. Después de un par de ejercicios en el rap y como solista, con trabajos autoeditados, se reconfigura en la escena musical española y mundial con “Ídolo”, en 2017, y el actual disco que lo tiene de gira, "El Madrileño". 

Creerse sus propios sueños y que se tiene algo grande por mostrar es una de las características que debe poseer un artista para poner su sello y lograr ser auténtico, lo dice Pucho en la conversación con Julio Leiva en el espacio de Caja Negra para Filo News. Ahora parece estar en uno de sus mejores momentos, en una entrevista para Vogue se define a sí mismo como esteta que está muy al tanto de la moda, tanto que incluso incursionó en el medio con su propia marca inspirada en el mundo del cineasta Wes Anderson, en la que colabora de la mano de Aléx Turrión. 

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De Madrid a Latinoamérica

Ha hecho colaboraciones con Naty Peluso, Andrés Calamaro, Jorge Drexler, el guitarrista brasileño Toquinho y José Feliciano, todos de este lado del Atlántico. Es parte de esa sintonía que lo conecta con este lado del mundo, como si buscara hacer puentes culturales más allá de los negocios en la industria, pero sin negar que es un cantante que busca vivir de su talento. En ese marco tan amplio que es Latinoamérica, Argentina ocupa un estante especial en su corazón: “Para mí es importante tocar en Argentina, suena un poco egoísta, pero la verdad es que significa algo dentro de mi carrera, y también por la gente que me sigue. Lo espero con muchísimas ganas” dijo en declaraciones a Billboard Argentina.

Tal vez sea ese cariño por las raíces en su propia España, escudriñando las formas de conexión entre el ahora con los sonidos urbanos y la tradición del folclore desde el flamenco, esa muestra de amor por lo suyo quizás ayuda a sentir orgullo por lo de acá a quienes lo escuchan. Esta gira lo ha llevado por México, en varias fechas de noviembre, en las que se presentó en Monterrey el 10, en Guadalajara el 12 y en Ciudad de México el 15, para luego, el 19, estar en Bogotá, en Buenos Aires el 22 y cerrar el 29 en Santiago de Chile. Las palmas para seguir el flamenco, el meneo de la bachata y los coros de sus temas son una insignia en sus conciertos y una manera en la que el público le grita su querer al madrileño, que sin esta gente pa´que cojones quiere tocar.