AMÉRICAS

Así se están preparando los demócratas para 2024

Aun faltan 3 años, pero el partido de Joe Biden ya se está planeando la carrera presidencial de Estados Unidos y así se están preparando los demócratas para 2024.

Joe Biden

No se han terminado de asentar Joe Biden en la Casa Blanca y desde este momento, ya se están preparando los republicanos y demócratas para 2024. Foto: TW-JoeBiden

LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández

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No se han terminado de asentar Joe Biden en la Casa Blanca y desde este momento, ya se están preparando los republicanos y demócratas para 2024. La política no descansa y unas elecciones que se auguran emocionantes, deben tener mucho organización previa.

Por los lados del partido Republicano, el expresidente Donald Trump parece tener vía libre y el respaldo necesario para poder optar por la candidatura nuevamente. Por los lados demócratas hay mayor incertidumbre de quién será el o la contendora. Desde el mismo presidente Biden a figuras nuevas, la baraja es amplia.

La primera opción en un primer mandato es y siempre será el actual presidente. No sería una sorpresa que los demócratas apunten a Joe Biden como candidato, aunque esto no lo sabremos con certeza hasta más adelante del mandato. Sin embargo, el miedo que representa un nuevo Gobierno de Trump, puede hacer replantear al partido Demócrata a pensar en otra opción. Su baja popularidad a un año de ser elegido (una aprobación por debajo del 50%) preocupa al partido. Sobre todo porque a finales del próximo año vendrán las elecciones de medio mandato y los demócratas podrán perder las mayorías en el Congreso. 34 de 100 sillas en el Senado y las 435 de la Cámara estarán en juego. Aunque a día de hoy, FiveThirtyOne da una leve ventaja a los azules, es tradición que la oposición al Gobierno actual, gane asientos.

Si no es Biden, la primera gran figura que va dentro del Gobierno es la misma vicepresidenta: Kamala Harris. Sin embargo, la demócrata pasa por horas bajas en popularidad. Según la encuesta de Rasmussen Reports, a principios de diciembre, solo el 39% de los estadounidenses tienen una opinión favorable de la indo-afroamericana. Al parecer, los malos resultados en materia de migración, el machismo de los votantes y la caída de la efervescencia que causó su postulación, la tienen hoy con una imagen desfavorable.

Si no fuese ni el presidente o la vicepresidenta, el candidato puede salir de antiguos competidores. Si el elegido vuelve a ser un candidato moderado, destacan Pete Buttigieg, Amy Klobuchar y Tulsi Gabbard. También destacan Tom Steyer, Deval Patrick, Andrew Yang y Michel Bennet, quienes también compitieron, pero no lograron grandes apoyos. Dentro de los más destacados están Buttigieg, actual secretario de transportes. O Nancy Pelosi, la dama de hierro de la Casa Baja en el Congreso y una de las demócratas más poderosas.

Por los lados de los más progresistas, no mueren los nombres de Bernie Sanders, Isabel Warren e, incluso, la misma Alexandria Ocasio-Cortez. El primero es el político que más emociones despierta dentro de los jóvenes demócratas que ven en el progresismo y socialdemocracia, una opción viable. Las otras dos son importantes políticas que han recorrido sus carrera (la primera por mucho más tiempo que la segunda) en la izquierda americana y son opciones válidas. Sanders y Warren fueron 2 y 3 en las primarias pasadas.

Tampoco podemos ignorar la figura de Michelle Obama, ex primera dama del presidente Barack Obama. Michelle fue seducida y muchos la consideraban una fuerte candidata al poder recoger todo el apoyo del expresidente Obama y despertar la misma emoción que él logró en su primera campaña. Además, al ser una mujer afroamericana, podría ser la nueva cara del partido demócrata.

Ahora, normalmente en Estados Unidos, si el candidato no fue parte del Gobierno o Congreso, es un Gobernador. Los azules tienen en Gavin Newsom (California), Laura Kelly (Kansas), Gretchen Whitmer (Michigan), Roy Cooper (Carolina del Norte), Tom Wolf (Pensilvania) y Michelle Lujan Grisham (Nuevo México) grandes opciones.

La batalla por las gobernaciones

Hace un año, Georgia fue un estado clave en la elección presidencial. Luego de una tradición republicana, sorprendió y dio como ganador a Joe Biden. Parte de esta victoria, está asociada a una persona en específico: Stacey Abrams, una líder política demócrata que se encargó de convencer a varios demócratas a inscribirse en los colegios electorales y así lograr que el estado pasara de rojo a azul.

Es acá donde Stacey Abrams quiere ser la pieza clave. La líder negra del Estado sureño confirmó su candidatura a la Gobernación, esperando poder derrotar al republicano Brian Kemp. Ya en 2019, Kemp le había ganado el pulso a la demócrata con a penas el 50.2% de los votos, mientras que Abrams se quedó con 48.8%. Sin embargo, luego de una inscripción masiva de electores que realizó Abrams, esto podrá beneficiarla de cara a las votaciones del próximo año (2022). De lograr una victoria, reafirmaría la fuerza demócrata lograda en las elecciones presidenciales y podría significar 16 colegios electorales de cara a 2024, que seguramente serán unas elecciones bastante reñidas.

Lee también: Los planes de Donald Trump para el 2024

Lo mismo ocurrirá en Arizona, Carolina del Norte, Florida, Nevada, Pensilvania, Wisonsin. Todos estos estados se definieron por votofinish en las últimas elecciones, con menos del 5% (Arizona lo definió con el 0.3% y Wisconsin con poco más del 0.5%).

De estos, Arizona, Nevada, Wisconsin, Florida, Pensilvania y la ya mencionada Georgia tendrán elecciones en 2022. Según Center For Politics, todas (menos Florida) pueden cambiar de manos, incluso cambiaría Kansas.

Esto significaría que pasaríamos de un gobernador republicano en Arizona y Georgia, pasarían a tener un demócrata. Mientras que Nevada, Pensilvania, Kansas y Wisconsin parecen que cambiarán de azul a rojo.

Así las cuentas, 36 colegios electorales (49 si sumamos a Virginia) que fueron para Biden en 2020, estarán ahora en un estado controlado por un gobernador republicano. Pero los 26 colegios electorales que logró conseguir (históricamente) en Georgia y Arizona, podrán estar en un estado azul. Esto da una diferencia de 23 colegios electorales adicionales para el candidato republicano si usamos la misma lógica. Sin embargo, la diferencia entre Trump y Biden, fue de 74, por lo que el partido del elefante necesitará atraer más votos en estados importantes.

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